
En el mundo de la tecnología, hay profesionales que no solo manejan herramientas, sino que logran comprenderlas a un nivel profundo, casi como si pudieran hablar con ellas. Roberto Carrancio es uno de ellos. Contributor de Codemotion, ingeniero de rendimiento especializado en SQL Server y Microsoft Data Platform MVP, lleva más de una década dedicado al universo de las bases de datos. Su experiencia combina optimización de rendimiento, formación de equipos, divulgación técnica y un profundo entendimiento de cómo funciona el motor de SQL.
SQL sigue siendo el corazón de millones de aplicaciones de negocio: contabilidad, pedidos, operaciones bancarias o historiales médicos dependen de datos estructurados. Pero dominar SQL no consiste únicamente en escribir consultas correctas; se trata de entender cómo piensa el motor, cómo optimiza cada operación y cómo tomar decisiones que impacten en rendimiento, escalabilidad y costes. Roberto no solo enseña SQL, sino que inspira a la comunidad a pensar como el motor, analizar problemas y optimizar soluciones.
Además de su trabajo profesional, Roberto es formador y divulgador: dirige el blog y canal de YouTube SoyDBA, donde comparte sus conocimientos sobre SQL Server, optimización y buenas prácticas, y es autor del libro “SQL Server: La NO guía práctica de optimización”, que recorre desde los fundamentos del modelo relacional hasta monitorización avanzada, transacciones y arquitectura interna. Su contribución a la comunidad se extiende también a conferencias y talleres, donde comparte experiencias prácticas y consejos sobre bases de datos, ayudando a profesionales de todo el mundo a mejorar sus habilidades.
De ser frustrante a fascinante
Como muchos en tecnología, Roberto no buscaba especializarse en bases de datos. Su primer encuentro con SQL fue por accidente, en un momento que cambiaría su carrera:
«Empecé como muchos: sin querer. En mi primer trabajo como administrador de sistemas me tocó dar soporte a una aplicación que ‘a veces iba lenta’, y lo que parecía un problema del sistema terminó siendo una base de datos con consultas mal diseñadas, sin mantenimiento de índices o configuraciones dudosas de SQL que aún me persiguen en pesadillas. Desde entonces me enganchó entender cómo funciona de verdad el motor, no solo cómo escribir consultas que ‘devuelvan algo’.»
Lo que al principio era frustrante se convirtió en fascinación. Para Roberto, trabajar con bases de datos es una mezcla perfecta de lógica y rendimiento:
«Puedes pasarte horas afinando una consulta hasta descubrir que el problema no era la consulta, sino una estadística desactualizada o un tipo de dato mal elegido. Mejorar un proceso de varios minutos, incluso horas, y que termine saliendo en segundos es de las cosas más gratificantes de mi trabajo, implica ahorro de tiempo y de dinero. Y eso repercute en la satisfacción de los clientes.»
Retos más allá del código
A lo largo de su carrera, Roberto ha enfrentado desafíos técnicos impresionantes: diagnósticos de rendimiento en producción, sistemas con millones de transacciones al día y entornos heredados de versiones prehistóricas. Sin embargo, confiesa que su mayor reto siempre ha sido humano:
«Conseguir que todo el mundo entienda que el problema no siempre está en SQL Server. Muchas veces me llaman porque ‘el SQL va lento’, y al final resulta que el problema está en el diseño de la aplicación, en una consulta imposible o en que nadie se ha molestado en revisar índices en cinco años.»
Cuando le preguntamos por buenas prácticas, su enfoque es claro:
«Lo principal, pensar en conjuntos, no en bucles. SQL no es un lenguaje procedural, y cada vez que alguien mete un cursor o un bucle ‘para ir actualizando fila a fila’ muere un poco de rendimiento en algún servidor. También revisar los tipos de datos, evitar conversiones implícitas, filtrar por índices, usar parámetros correctamente y, sobre todo, leer los planes de ejecución.»
Los errores más comunes y cómo evitarlos
Roberto señala que la mayoría de los problemas provienen de no entender cómo funciona realmente el motor de la base de datos:
«Podríamos hablar de muchas cosas: SELECT * en el código, cursores y bucles innecesarios, subconsultas en el SELECT, índices faltantes o duplicados, tipos de datos incorrectos. Incluso de usar la base de datos relacional como almacén de información semiestructurada en JSON o XML. Al final todo viene por lo mismo, no entender el sistema.»
Para él, la clave está en conocer a fondo los fundamentos: índices, estadísticas, transacciones y concurrencia. Sin este conocimiento, no hay optimización que funcione a largo plazo.
SQL en un mundo de Big Data y NoSQL
Roberto tiene una visión clara sobre la evolución de SQL:
«Creo que el hype inicial de Big Data y NoSQL ya ha pasado. Ahora usamos las herramientas para lo que son buenas. SQL no compite con Hadoop, ni con MongoDB, ni con Spark. Cada tecnología tiene su contexto y, si se entiende bien, conviven perfectamente.»
En cuanto a nuevas plataformas modernas como BigQuery, Snowflake, DuckDB o Synapse, Roberto destaca su relevancia:
«Todos esos motores comparten una idea: SQL es el mejor lenguaje para expresar lógica de datos, aunque el almacenamiento o el procesamiento sean completamente distintos. Lo que cambia es el backend: arquitecturas distribuidas, almacenamiento en columnas, ejecución paralela masiva o procesamiento en memoria. Pero la interfaz sigue siendo SQL. La evolución no va de reemplazar SQL, sino de expandirlo a nuevos terrenos.»
Sobre el futuro, asegura que SQL seguirá siendo central y que la inteligencia artificial será una aliada, no un reemplazo:
«SQL no va a desaparecer; lo que va a cambiar es la forma en que lo usamos. El motor será más inteligente, pero la lógica relacional seguirá siendo la que manda.»
Consejos para avanzar en SQL
Para quienes quieren pasar de nivel básico a intermedio o avanzado, Roberto insiste en entender el motor y no memorizar sintaxis:
«Lo que marca la diferencia es entender qué pasa por debajo cuando ejecutas una consulta, cómo el optimizador elige un plan, cómo se usan los índices, qué impacto tiene una conversión de tipo o qué diferencia hay entre leer una tabla heap y una clustered. Cuando entiendes eso, cualquier consulta se vuelve transparente. Y, sobre todo, practicar. No hay nada que sustituya a abrir tu base de datos, probar, romper y volver a probar.»
Entre sus recursos recomendados están la documentación oficial, blogs de referencia como SQLSkills y Brent Ozar, y sus propios proyectos: el blog y canal de YouTube SoyDBA, además de su libro “SQL Server: La NO guía práctica de optimización”.
Su consejo final para toda la comunidad es contundente:
«No te fíes del rendimiento de hoy. Una consulta que hoy va bien puede ir fatal mañana, y no por magia, porque cambió el plan, crecieron los datos o alguien hizo un cambio no documentado. SQL Server no perdona la confianza ciega. Entiende lo que pasa, mide, revisa y documenta. Y, sobre todo, nunca dejes de aprender.»
Aprender SQL de verdad
Roberto no es muy fan de las bases de datos de ejemplo que suelen usarse para practicar:
«Para aprender sobre rendimiento, índices o planes de ejecución, me parece mucho más interesante el dataset público de Stack Overflow. Es enorme, tiene datos reales y distribuciones desiguales, justo lo que necesitas para ver cómo se comporta el optimizador fuera del laboratorio. Además, puedes montar tus propias consultas de análisis, crear estadísticas, probar distintos niveles de aislamiento o replicar escenarios de contención.»
Para él, aprender SQL es una combinación de curiosidad, método y experimentación. Recomienda probar, romper cosas, medir resultados y entender el impacto de cada decisión. Incluso sugiere simular errores y deadlocks a propósito, porque “no hay mejor forma de aprender cómo funcionan las transacciones y la concurrencia”.
Su experiencia deja claro que dominar SQL va mucho más allá de escribir consultas correctas: implica pensar como el motor, optimizar procesos y anticipar problemas. Aunque las tecnologías cambien, SQL sigue siendo la columna vertebral de los sistemas de información, y el conocimiento profundo del motor sigue siendo insustituible. Aprender de la trayectoria de Roberto significa practicar con datos reales y evolucionar junto con la tecnología.