
En un mundo donde las tecnologías web cambian constantemente, resulta tentador dar por obsoletas aquellas herramientas que llevan años en el mercado. Sin embargo, algunas —como Drupal— han sabido evolucionar, adaptarse y seguir siendo una opción sólida y actual. A día de hoy, Drupal continúa ganando terreno allí donde se necesita flexibilidad, escalabilidad y control total sobre el contenido. Pero, ¿qué lo hace tan especial hoy?
Un CMS maduro que no ha dejado de reinventarse
Drupal tiene más de dos décadas de historia, pero está lejos de ser un sistema anticuado. Con cada versión mayor, ha dado pasos firmes hacia una arquitectura más moderna, limpia y preparada para los retos del desarrollo web actual. Desde la adopción de Symfony, integración de componentes JavaScript hasta la páginas con diseños totalmente personalizables, Drupal no se conforma con mantenerse: busca liderar.
La experiencia de usuario, tanto para editores como para desarrolladores, ha mejorado sustancialmente. Su interfaz de administración es más intuitiva, y la configuración basada en archivos facilita la integración con sistemas de control de versiones y despliegues automatizados.
Ideal para proyectos exigentes y a medida
No todos los sitios web necesitan una solución compleja, pero cuando el contenido tiene estructuras personalizadas, roles con permisos específicos, multilingüismo o múltiples canales de publicación, Drupal brilla con luz propia.
Su sistema de entidades, campos, taxonomías y vistas permite modelar cualquier tipo de contenido sin necesidad de escribir código. Y si se requiere lógica personalizada, la API del sistema ofrece puntos de extensión en todos los niveles.
Amplio ecosistema de módulos
Precisamente por su extensibilidad, Drupal cuenta con un amplio número de módulos que enriquecen las funcionalidades bases del framework, aportando soluciones probadas para casos de uso y de negocio de todo tipo.
Por ello, antes siquiera pensar en escribir una línea de código visita el buscador de módulos y seguramente te sorprenderá descubrir que ya existe un módulo para eso.
Construido para un ecosistema API-first
Vivimos en una era omnicanal. Un solo backend puede alimentar una web, una app móvil, una pantalla interactiva o un asistente de voz. En ese escenario, Drupal no solo está preparado: lo ha abrazado como estándar.
Con soporte nativo para JSON:API y GraphQL y una arquitectura desacoplada cada vez más presente, Drupal facilita el desarrollo con frameworks modernos como React, Vue o Svelte.
Una apuesta segura en términos de seguridad y control
La seguridad no es opcional, y menos cuando se trata de instituciones públicas, universidades o grandes empresas. Drupal cuenta con un equipo de seguridad formal, políticas de publicación de vulnerabilidades y prácticas recomendadas.
Su sistema de control de acceso basado en roles y permisos permite definir con precisión quién puede hacer qué. Este nivel de granularidad aporta confianza, cumplimiento normativo y tranquilidad operativa.
Innovación: automatización, IA y nuevas capacidades
Drupal no se ha quedado en el modelo clásico de CMS. En los últimos años ha abrazado conceptos como la generación automática de contenido, la personalización basada en perfiles de usuario y la integración con herramientas externas.
Gracias al proyecto Drupal AI, es posible conectar agentes inteligentes que colaboren en tareas editoriales: sugerir títulos, generar resúmenes, clasificar contenido o incluso moderar comentarios.
Una comunidad fuerte, abierta y profesional
Drupal no es solo un software: es una comunidad global activa. Decenas de miles de personas contribuyen con módulos, traducciones, documentación y soporte. Hay eventos como DrupalCon y DrupalCamp, formaciones y una red de agencias especializadas.
Este ecosistema abierto garantiza una evolución constante, diversidad de soluciones y una red de colaboración que va más allá del código.
Vale, me lo quedo
Drupal ha sabido encontrar su lugar en un entorno cada vez más diverso y exigente. No es la herramienta más rápida de aprender, ni la más amigable al principio, pero compensa con creces con su robustez, modularidad y capacidad de adaptación.
Hoy, en pleno 2025, sigue siendo una tecnología con futuro. Y quizá, si sigues leyendo esta serie, descubras que también puede ser la mejor opción para tu próximo proyecto.