
Alex Jofra es CTO en Ogilvy Barcelona. Su visión del liderazgo técnico combina cercanía, criterio y claridad. En esta entrevista nos cuenta cómo se forma un CTO en el barro, no solo en los libros.
En un mundo donde la tecnología corre a ritmo de vértigo, la figura del CTO ha dejado de ser simplemente “el que más sabe de código”. Hoy, el rol demanda sensibilidad humana, criterio técnico y una enorme capacidad de adaptación. Y pocas personas encarnan ese equilibrio como Alex Jofra Segura, actual CTO en Ogilvy Barcelona.
Lo entrevistamos para el proyecto Perspectiva CTO, con el objetivo de conocer no solo su trayectoria, sino también su forma de entender el liderazgo técnico, sus lecciones aprendidas, y las ideas que hoy lo guían.
De programador autodidacta a líder técnico
Alex no empezó su carrera en una gran compañía ni rodeado de mentores. Todo lo contrario.
“Empecé como desarrollador en una pequeña empresa local de unas 10 personas, donde no había margen para equivocarse ni demasiado tiempo para que alguien me guiara.”
Aprender a base de buscarse la vida. Resolver sin manual de instrucciones. Desde el primer día, tuvo que entender que, para que el trabajo no se detuviera, no bastaba con saber programar. Había que pensar en impacto, responsabilidad y resultados.
Después de tres años intensos, entró en Ogilvy, esta vez como único desarrollador en proyectos de mayor visibilidad, donde colaboraba codo a codo con perfiles de diseño y estrategia. Allí reforzó su base técnica, pero también se dio cuenta de que había tocado techo. Quería más.
Pasó un tiempo en una consultora, esta vez en un equipo de ocho personas, donde se convirtió casi sin darse cuenta en mentor para los más junior. Y no mucho después, Ogilvy volvió a cruzarse en su camino.
Pero ya no era el mismo. Esta vez, regresó para liderar. Para construir equipo. Y para enfrentarse a algo nuevo: clientes, presupuestos, propuestas comerciales. Todo el lado no técnico del rol que define a un CTO real.
“A partir de todas esas experiencias, tuve claro con qué tipo de personas quería trabajar, y he intentado ser el tipo de responsable con quien a mí me gustaría estar: alguien cercano, claro y de confianza.”
El CTO como traductor en medio del ruido
A Alex le pedimos una metáfora para describir el rol del CTO. Su respuesta dice mucho de su manera de entender el trabajo:
“Para mí, el CTO es como un traductor simultáneo en medio de un concierto con mucho ruido: tiene que entender lo que dice el equipo técnico, lo que espera el negocio y lo que necesita el cliente… y convertir todo eso en decisiones claras y ejecutables.”
Ser CTO, según Alex, no va de ser el más listo de la sala. Va de leer el contexto. De conectar mundos. De convertir complejidad en acción.
El futuro del CTO (y del talento técnico)
Cuando le preguntamos cómo ve el futuro del rol, su análisis fue directo y nada complaciente:
“Veo una clara evolución hacia perfiles más técnicos y menos centrados en la parte comercial. La irrupción de la IA lo ha cambiado todo.”
Y añade una reflexión que debería hacernos pensar:
“Si dejamos de dar espacio a perfiles junior, en unos años no tendremos talento senior disponible, porque no habremos sembrado hoy lo que necesitaremos mañana.”
Integrar IA, reducir equipos, buscar eficiencia… sí. Pero no a costa de la sostenibilidad del talento técnico. Un CTO tiene que tener visión de largo plazo, aunque todo le empuje a pensar solo en entregas del mes.
Consejos para quienes quieren ser CTO
No hay un camino único. Pero sí hay principios que, para Alex, marcan la diferencia:
- No te desconectes de lo técnico. No solo para “ganarte el respeto”, sino para tomar mejores decisiones. Las que se contrastan con el equipo, no las que se imponen desde arriba.
- Rodéate de talento. No puedes —ni debes— hacerlo todo. Si todo depende de ti, algo está mal diseñado.
- Escucha más de lo que impones. Liderar no va de saberlo todo, sino de generar confianza.
- Valora el trabajo invisible. Resolver conflictos, dar contexto, priorizar… ese es el verdadero trabajo del liderazgo técnico.
- No quieras saltarte etapas. Aprender de los errores, de proyectos difíciles, de estilos distintos. Ahí está el crecimiento real.
Características de un buen CTO
Para Alex, un buen CTO se define por tres pilares:
- Criterio técnico con contexto. No se trata de saberlo todo, sino de no decidir a ciegas.
- Confianza en el equipo. Si no puedes delegar, estarás condenado a microgestionar.
- Claridad al comunicar. Sin claridad, todo se complica: los tiempos, el foco y la moral del equipo.
Los desafíos más difíciles
El rol no está exento de tensión. De hecho, el equilibrio es una constante:
- Equilibrar expectativas. Entre lo que el cliente pide, el negocio necesita y el equipo puede asumir sin romperse.
- Proteger sin aislar. Ser escudo cuando toca… pero también saber cuándo exponer al equipo.
- Decidir sin tener toda la información. Y aceptar que eso es parte del trabajo.
Cómo se mide a un buen CTO
“Un buen CTO se nota cuando el equipo funciona sin depender de él en el día a día, cuando los problemas no se esconden sino que se resuelven, y cuando el trabajo técnico tiene impacto real sin necesidad de discursos vacíos.”
Para Alex, el indicador más fiable es sencillo: si el equipo está bien, entrega con calidad y quiere quedarse… algo estás haciendo bien.
¿Libros de cabecera? No exactamente
“No soy muy lector de libros de autoayuda o management. Mi manera de aprender ha sido más a través de la práctica, de observar a personas que respeto, y de participar en conversaciones reales sobre tecnología y liderazgo.”
No hay fórmulas mágicas. Lo que sirve, se prueba en el barro.
Batallita: «Improvisar se puede… pero ojalá no hiciera falta»
“Con solo un día de margen, me avisaron de que tenía que presentar a dos expertos del cliente cómo íbamos a montar una solución automatizada sobre una plataforma que yo prácticamente no conocía.”
Un día entero entre tutoriales de YouTube, documentación técnica y preguntas rápidas a colegas. Al día siguiente, logró convencer al cliente. El problema vino después, cuando comenzaron a implementarlo y descubrieron la complejidad real del sistema.
“No fue bonito, pero salió. Aprendí que improvisar se puede —pero ojalá no hiciera falta.”
Cierre: liderazgo en tiempo real
Alex no encaja en la caricatura del CTO perfecto, omnisciente o infalible. Su liderazgo es otra cosa: cercano, técnico, claro. Humano. Alguien que prefiere conversar con su equipo antes que lanzar órdenes. Que reconoce sus límites. Que se esfuerza en crear entornos donde el trabajo fluye porque las personas confían unas en otras.
Y esa es, quizás, la mejor definición de CTO en tiempos inciertos: alguien capaz de traducir el ruido en dirección.
¿Qué tipo de liderazgo técnico estás cultivando tú? Nos vemos en próximas entregas