
En un mundo tecnológico que avanza a velocidad vertiginosa, el rol del CTO va mucho más allá de elegir las mejores herramientas o supervisar proyectos. Vicent Maroto, CTO de CECOTEC, nos abre las puertas de su día a día para compartir cómo combina innovación, gestión técnica y liderazgo humano en un entorno lleno de retos.
Con más de 20 años de experiencia, desde sus inicios como programador y analista hasta alcanzar posiciones de dirección tecnológica, Vicent tiene una visión clara sobre el futuro del rol del CTO:
“Creo que dentro de 10 años la figura del CTO será indispensable, pero solo perdurarán aquellos que tengan una doble visión: tecnológica y de negocio. Esa combinación es clave.”
Para Vicent, CECOTEC es más que una empresa; es su casa y su familia. Un lugar donde la pasión por crear e innovar se vive día a día:
“Para alguien que disfruta creando, este es un paraíso. Cada día es un nuevo reto y es emocionante ver cómo hemos contribuido al crecimiento de la empresa, que ha pasado de facturar 300 millones a más de 800.”
CECOTEC, una compañía líder en retail tecnológico en España, se ha convertido en un referente gracias a su enfoque centrado en el cliente
Vicent también destaca la importancia del departamento tecnológico en una empresa que gestiona un enorme volumen de operaciones:
“Nuestro e-commerce es fundamental, tenemos también muchas integraciones con Marketplaces con más de 3,000 pedidos diarios solo de Amazon, y preparamos en torno a 20,000 bultos al día. Es un desafío apasionante que gestionamos con un equipo comprometido.”
Su trayectoria incluye además la fundación de proyectos innovadores, como Arce Software, pionera en recargas móviles vía aplicación en una época en la que el concepto de startup aún no existía.
Conoce más sobre su visión y experiencia en esta entrevista desde la perspectiva de un CTO.
Un CTO de categoría
Al preguntarle sobre las características esenciales para ser un buen CTO, Vicent es contundente:
“Lo más importante es tener una visión 360º, no solo tecnológica o de negocio, sino de todo el ecosistema. Además, hace falta mucha mano izquierda para mentorizar y mucha mano derecha para tomar decisiones firmes cuando es necesario. Es un puesto exigente que requiere equilibrio y liderazgo.”
Respecto a los desafíos, Vicent reconoce que en una empresa de 900 personas, las ideas abundan y la mayoría son buenas, pero gestionarlas y priorizarlas requiere esa capacidad de liderazgo equilibrado.
El corazón del liderazgo tecnológico
En CECOTEC, liderar un equipo no es solo cuestión de tecnología, sino también de gestionar relaciones y emociones. En un entorno dinámico y exigente, la colaboración y el apoyo mutuo son clave para mantener el ritmo y alcanzar los objetivos.
Vicent destaca la importancia de crear un ambiente de trabajo donde el equipo se sienta respaldado y unido:
“En nuestro departamento, lo mejor que hacemos es cerrar filas y apoyarnos entre nosotros para afrontar juntos cualquier reto.”
La velocidad y la presión propias de la empresa se enfrentan con una cultura de solidaridad que fortalece el compromiso y la motivación del equipo:
“Trabajar en un entorno tan activo exige mucha coordinación y confianza, y eso es justo lo que cultivamos día a día.”
Este enfoque humano y colaborativo convierte los desafíos en oportunidades para crecer y seguir avanzando con fuerza.
Deuda tecnológica: desafíos y claves para gestionarla con éxito
En el día a día de un equipo tecnológico que avanza rápido, la deuda técnica es un reto habitual, pero también una oportunidad para mejorar continuamente:
“Aquí vamos muy rápido, tenemos un equipo que está a full, y eso a veces implica que dejamos algunos ‘agujeritos’ que, si no se corrigen, pueden crecer y convertirse en problemas mayores.”
Sin embargo, también aclara que la deuda técnica no es exclusiva de equipos que van deprisa; incluso aquellos con más tiempo a veces la arrastran:
“He visto equipos que tienen todo el tiempo del mundo y también se dejan esos ‘agujeritos’. Es un mal endémico que viene por las ganas de avanzar y sacar proyectos adelante.”
La clave para gestionar bien esta deuda, según Vicent, es contar con una visión técnica global y un equipo estable:
“El riesgo más grande de la deuda técnica es no tener un arquitecto con una visión 360º que supervise toda la parte técnica. Es fundamental tener a alguien que pueda echar un ojo a todo el sistema.”
Además, la estabilidad y compromiso del equipo son esenciales para que las soluciones se mantengan sólidas en el tiempo:
“Nosotros ahora tenemos un equipo consolidado que lleva trabajando juntos varios años. Eso permite apuntillar y dejar las bases claras para que otros puedan continuar sin problemas en el futuro.”
Vicent añade que esta estabilidad también ayuda a evitar la rotación frecuente, que dificulta la continuidad técnica:
“Si te viene un equipo nuevo que solo está unos meses, difícilmente podrá mantener el mismo nivel de calidad y continuidad que un equipo consolidado y comprometido con la empresa.”
En resumen, la gestión de la deuda técnica no es solo un reto, sino una oportunidad para fortalecer el equipo y la arquitectura con una mirada estratégica, compromiso y colaboración a largo plazo.
La elección del stack tecnológico: equilibrio entre necesidades y pragmatismo
Elegir el stack tecnológico de una empresa no es una tarea sencilla. En palabras de Vicent Maroto, la realidad muchas veces está marcada por un equilibrio entre lo que se desea y lo que ya está impuesto:
“Hay cosas que tú quieres y otras que te dan impuestas. Por ejemplo, yo tengo Salesforce y Business One, y tengo que adaptarme a esos sistemas, aunque a veces me gustaría cambiar.”
Vicent destaca que, más allá de las imposiciones, el criterio principal debe ser la continuidad y evolución de la tecnología elegida:
“Lo que me parece fundamental es que la tecnología siga viva, que no esté descatalogada ni abandonada, que sigan sacando nuevas versiones. Mientras eso pase, no hay problema.”
Además, insiste en que no existe un lenguaje o tecnología “mejor” en términos absolutos:
“A día de hoy, nadie me ha demostrado que un lenguaje sea mejor que otro. Python, PHP, React… son medios, no un fin. Para mí, lo importante es cómo se usan.”
Esta visión madura se refleja en la cultura técnica que promueve Vicent: evitar el esnobismo tecnológico, priorizando la coherencia, el sentido común y el orden para asegurar un desarrollo estable y eficiente:
“No nos dejamos llevar por el ‘hype’ ni por modas digitales. No hacemos freestyle; tenemos estándares y un orden que cumplir.”
Sobre los errores más comunes a la hora de elegir tecnología, Vicent apunta directamente a uno claro:
“El error más peligroso es dejarse llevar por el esnobismo tecnológico, elegir algo solo porque está de moda y no porque realmente aporte valor a la empresa.”
Para quienes se enfrentan a esta decisión por primera vez, el consejo de Vicent es simple pero contundente: priorizar la estabilidad, la comunidad y la adaptabilidad, más que la novedad.
Trabajo remoto y cultura de equipo: conectar con propósito
Aunque el teletrabajo forma parte de la realidad cotidiana, Vicent destaca que mantener momentos presenciales es clave para fortalecer la conexión del equipo:
“Nos vemos una vez por semana en la oficina, y eso nos ayuda a alinear objetivos y conectar personalmente.”
Para él, la combinación de autonomía en el día a día con encuentros periódicos es fundamental para mantener la motivación y el compromiso de todos.
Sobre cómo conservar la cultura empresarial en un equipo que crece, Vicent lo resume en una fórmula sencilla pero efectiva:
“Nuestra política combina teletrabajo con un día a la semana en la oficina para revisar proyectos. Esa estructura permite que la gente trabaje orientada a objetivos y se sienta respaldada, querida e importante.”
Además, destaca la importancia de involucrar al equipo en los resultados reales del negocio, acercándolos a las implantaciones y mostrando el impacto final de su trabajo:
“Cuando los llevo a las implantaciones, la gente ve cuál es el objetivo final, lo que les hace sentirse parte clave del proyecto y más cómodos en su día a día.”
Este equilibrio entre flexibilidad y contacto humano es, para Vicent, un pilar esencial para construir una cultura sólida y cercana, incluso en un entorno cambiante.
Saber priorizar y decir no: foco frente a la dispersión
“Prefiero formar a las personas poco a poco, cuando hay menos carga, para que estén preparadas cuando llegue un reto mayor. El onboarding lleva tiempo, y es clave que cada persona se sienta segura y capaz dentro del equipo.”
Según su experiencia, un equipo pequeño, motivado y cohesionado puede tener más impacto que uno numeroso pero mal integrado.
“Más no siempre es mejor. La clave está en tener un equipo comprometido y con espacio para crecer, no solo en sumar manos por urgencia.”
Además de las habilidades técnicas, valora especialmente la capacidad de colaborar y encajar en la cultura del equipo. Por eso, también promueve la formación interna y el desarrollo progresivo del talento:
“Tenemos personas que empiezan en soporte y, cuando están listas y lo desean, les damos espacio para programar. Así el crecimiento es orgánico y las transiciones son naturales.”
En definitiva, construir un equipo fuerte no es cuestión de velocidad, sino de visión, foco y tiempo para consolidar.
Innovar con propósito y liderar con empatía: claves para un CTO eficaz
Para Vicent, la innovación no es un fin en sí mismo, sino una herramienta al servicio del negocio. Su enfoque es claro:
“No tiene sentido innovar por innovar si luego no aporta al negocio.”
Su apuesta pasa por impulsar mejoras reales en procesos, productos y experiencia de cliente, siempre con objetivos claros y alineados con la estrategia empresarial, pero sin perder de vista el bienestar del equipo:
“Hay que saber empatizar con el equipo, escuchar y apoyar.”
A la hora de tomar decisiones tecnológicas, Vicent recomienda a otros CTOs combinar escucha activa con criterio técnico:
“Hay que tener en cuenta todas las opiniones, porque son muy válidas, pero a la hora de elegir tecnología hay que priorizar la escalabilidad y la curva de aprendizaje.”
Él lo vivió de primera mano con una solución no-code poco extendida:
“Usábamos una herramienta que solo conocían cuatro personas en España. Cuando se fueron los programadores, no había nadie que pudiera mantenerla. Por eso siempre recomiendo apostar por tecnologías estándar y consolidadas en el mercado.”
Además, identifica una cualidad fundamental en quienes tienen potencial de liderazgo dentro del equipo:
“Se nota quién tiene madera de líder. Son personas que vienen con soluciones, no con problemas. Gente proactiva, buenos compañeros y, sobre todo, buenas personas.”
Una visión completa que integra innovación, humanidad y criterio, ingredientes esenciales para ejercer un liderazgo tecnológico sólido y sostenible.
Estar al día: cómo se actualiza un CTO
Aunque Vicent no se define como un lector habitual, tiene claro que estar al tanto de lo que ocurre en el mercado tecnológico es clave para su rol:
“Nunca he sido un gran lector. Me gusta más la acción. Pero sí estoy muy pendiente de la tecnología, y tengo un equipo de programadores de primer nivel que muchas veces me guían. Yo reviso, estudio y valoro, claro, pero confío mucho en ellos.”
Más que recurrir a libros técnicos, Vicent se informa a través de medios digitales y conversaciones del día a día:
“Leo prensa tecnológica, sigo contenido en internet… No tengo una única fuente, voy picando de todo lo que me parece interesante.”
Además, forma parte de un comité de CIOs de la zona este de Valencia, impulsado por Deloitte, donde se reúne varias veces al año con otros perfiles directivos del sector:
“Ahí se comparten experiencias reales y tendencias. Últimamente se está hablando mucho de tecnologías disruptivas, especialmente de inteligencia artificial.”
En su equipo, el intercambio de conocimiento es continuo. Cada jueves se reúnen para revisar novedades tecnológicas y debatir sobre posibles aplicaciones:
“Con el boom de la IA, por ejemplo, montamos un pequeño comité interno. En un mes preparamos varios prototipos que están genial. Nos gusta experimentar y no dejar que las tendencias nos pasen por encima sin probarlas.”
Para Vicent, actualizarse no es solo una cuestión de estar informado, sino de mantenerse en movimiento, con curiosidad y trabajo en equipo.
Conclusión
La figura del CTO ya no es solo técnica: es visión, liderazgo humano y capacidad de conectar la tecnología con el negocio. A través de la experiencia de Vicent Maroto, vemos cómo innovar con sentido, formar equipos comprometidos y tomar decisiones con cabeza y corazón son claves para marcar la diferencia. Un perfil cada vez más esencial en empresas que quieren crecer de forma inteligente y sostenible.
Gracias por acompañarnos. Nos vemos en próximas entregas de Perspectiva CTO.